¿Y si ya lo estás haciendo bien?
A veces la crianza se siente como caminar con los ojos vendados.
Como si todo lo que hacés pudiera estar mal o no ser suficiente.
Como si hubiera un manual secreto que todas las demás recibieron menos vos.
Pero… ¿y si ya lo estás haciendo bien?
Porque "bien" no significa "perfecto". Porque lo perfecto como tal, no existe.. y menos a la hora de maternar o paternar.
No significa tener respuestas para todo.
No significa estar siempre de buen humor ni saber exactamente qué hacer cada vez que tu hijo o hija llora, se frustra o se cierra.
"Bien" significa "Estar". Significa que probás. Que volvés a intentar.
Que a veces podés angustiarte, llorar o sentir que no podés más, pero te volvés a levantar.
Que preguntás con humildad.
Que buscás ayuda cuando algo te preocupa.
Que te equivocás con amor, y corregís con ternura.
Si hoy dudaste, si hoy sentiste que perdiste el camino, si hoy te dolió no saber qué más hacer…recordá esto:
Lo estás haciendo lo mejor que podés.
Y eso, en la vida de tu peque, es lo más importante.
Porque lo que ellos más necesitan no es perfección. Es presencia. Es conexión. Es saber que hay alguien ahí, aunque el camino esté lleno de preguntas sin responder.
Es ese abrazo que calma sin decir una palabra. Es ese suspiro cuando decidís frenar, respirar y mirar otra vez.
Es ese “no sé” que, lejos de restar, les enseña que no hace falta tener todo resuelto para ser confiables.
Acompañar con amor también es eso: estar incluso cuando no sabés cómo seguir.
Y algo más: cuidarte también es parte del camino.
Porque si vos te quebrás, ¿Quién sostiene? Si no tenés aire, ¿Cómo vas a ayudar a respirar a los demás?
No es egoísmo priorizarte. Es responsabilidad emocional.
Este Bosque que estamos construyendo no es solo para los peques. También es para vos.
Para que sientas que tenés un lugar donde no necesitás demostrar nada.
Donde lo que sos, así tal cual, es más que suficiente.
Por eso hoy quiero decirte GRACIAS!
Gracias por estar acá.
Gracias por confiar.
Gracias por seguir andando, incluso cuando el camino se vuelve cuesta arriba.
Gracias, porque ya lo estás haciendo bien!
Con amor,
Ele